lunes, 24 de agosto de 2009

De tiempos, deseos y posibilidades...

Luego de una profunda y personal despedida, “Nos veremos en un futuro” fue la frase doliente que cerró un capitulo de esta reciente y añeja historia, proveniente de alguna vida pasada, no pisada, con raíces que se cruzan, dos tallos paralelos y las hojas de sus copas que, en común fotosíntesis, oxigenan una apuesta a un porvenir tan presente que el mismo reloj cree permanecer inmóvil.
Inmóviles mariposas encuentro en la boca de mi estómago, lo suficientemente quietas para ayudarme a pensar pero siempre listas para ayudarnos a volar. Me acompañan al caminar hacia la cima de una montaña donde me detengo a charlar con Dios; me siento, lloro lo suficiente para hidratar mis labios, inhalo oxigeno puro y desde el origen de mi alma, ellas me ayudan a gritar tu nombre que, sin hacer eco, como el graznido de los patos, es recibido por el universo, quien ilumina de paciencia mi razón y deja abierto mi corazón.

sábado, 22 de agosto de 2009

Complicación situada

En mis manos huelo tu cuello, resbalo por tu perfume, me ataja tu corazón; nado en un mar de pasiones mientras tus labios me hablan de amor, las palabras de indecisión y los actos hablan de ti.
Una pausa nos abre los ojos, los pasos del minutero desbordado de segundos, hacen eco en la complicidad de los autos mudos de un estacionamiento, tan silenciosos como las dos almas que se encuentran en tu coche dando la bienvenida al amor. Luego de tres tardes, de verte a cuentagotas, te encuentro de madrugada.
Duermo. La alarma rabiosa se entrepone entre tú y los consejos desteñidos de un Freud cinematográfico. En colores te vivo, en blanco y negro te recuerdo, con palabras que laten de rojo, acunando tu tristeza, haciéndose cómplices de tu sonrisa. Sonrisa de libertad, que guiará tu camino como también el de aquella pequeña alma que te eligió hace poco más de un año entre millones de madres en el mundo; sonrisa de libertad que a su vez simplificará esta situación tan complicada.