lunes, 3 de junio de 2019

Qué se hace?

No tengo la menor idea de que hacer cuando solo quiero hablar y no puedo mirarte a los ojos. Tampoco se por donde empezar cuando el enojo se apodera de vos y es tanto el frío que dejé de sentirte. 

Realmente te parece mal que te cuente lo que me pasa? Tranquila, necesito que pares, que te detengas donde estás y solo me abraces. Intento depositar en vos, la confianza que siempre me transmitiste. 

Cómo llegamos de que me ofrezcas el oído a que ni siquiera me quieras escuchar? De mi cabeza en tu pecho a ya no escucharte latir. 


Qué se hace cuando tu última palabra es un adiós sin beso?

miércoles, 22 de mayo de 2019

Te extraño

Llevo un día y medio extrañándote y siento que nunca se va a terminar. Me gustaría hacer una cuenta regresiva y tampoco se desde cuando debería comenzar. 

Contenido. Por otro lado, siento que tus palabras me sostienen, que tu boca me abraza y mi cabeza descansa en tu pecho. 


Te extraño. 

jueves, 2 de mayo de 2019

Otra vez

Llevo meses pensando en mis ganas de encontrar a alguien con quien nos tomemos la vida de forma similar, abiertos a reinventarnos, a que nos enojemos y molestemos las veces que sean necesarias para terminar después pensando “para que nos pasa eso?”

Si despiertas en medio de la noche me escribes, si te acerco mi mano no te animas a tomarla y se que antes de volverte a dormir, voy a ocupar tus pensamientos.

Echas un haz de luz sobre mi y no hay otro lugar donde quisiera estar, si te quiero me pides que lo diga e insisto en que no te dejaré ir. No te pido los anillos, estaré allí para tomar lo que es mío.

Te encuentro donde sea de forma natural, mi mundo pusiste del revés (otra vez) y no hay nada que pueda hacer, no hay más nada que quiera hacer.

Duermes poco, yo también, y si el motivo compartimos, estamos destinados a encontrarnos (otra vez).

jueves, 4 de abril de 2019

En paz


Me siento a almorzar y un mensaje no me deja comer, no te puedo responder, tampoco puedo pensar. Respiro, me sereno y converso, alguien más sabe de vos y ya nadie quedará sin saberlo pero vuelvo... releo algunas de esas líneas y me ofusco, no comprendo.

Volver a encontrarte en esta vida es sinónimo de ganas de vivir y ya no hay lugar que transite que no sepa de nosotros. Deja vú, esto ya lo vivimos, la vida nos prueba otra vez y no puedo dejar de temblar. Si te vas estará bien, lo intentaré… Tan solo cerrá la puerta, dame un beso y cerrá despacio porque el portazo no nos hará bien.

En silencio y cada uno en un rincón, como si estuviéramos en penitencia, nos damos espacio hasta que nos disponemos a hablar. Estás lejos pero te puedo ver, tu voz me parte el corazón y “¿para qué? ¿para que nos pasa esto?” nos decimos y me acerco un paso. Hablamos, nos callamos, me apartás, me gruñís y yo cada vez más enamorado.

Algunas respuestas acompañadas de sonrisas nos recuerdan que no estamos enfrentados y de golpe todo se nos aclara, me tomás de la mano, te pido por favor que nos hablemos como lo hicimos, seamos transparentes así te acompaño a dormir y te abrazo al final del día como lo hicimos hoy.

miércoles, 3 de abril de 2019

Hoja en blanco


El lago planchado frente a mí y las nubes tan quietas que parece que siempre estuvieron allí aunque lo más extraño es este papel repleto de sentimientos y aún en blanco. Las miradas de mi alrededor están serenas y hasta pareciera que nadie sabe hablar.

Medito. Me detengo a sentir esa calma y una emoción me interrumpe la quietud, es tan lindo sentirla que me dan ganas de gritar. Cual es el fin de todo esto no lo sé y tampoco quiero saberlo pues eso me haría pensar, ponerle mente a algo que tan solo me lleva a disfrutar.

Es hora de comenzar a callar, ya dijimos tanto que lo vamos empañar. Sé bien lo que sientes porque si tan solo te pienso, te oigo respirar; si cierras los ojos dejo de ver, si cierras la boca no callaré y si decides echarme siempre te amaré.

Tan solo un día de tregua y me siento desbordar, fueron muchos años de silencio y ahora el encuentro parece desigual. Momento y lugar incorrectos que no me dispongo a aceptar, ya llevo una semana durmiendo contigo y no te puedo tocar, extraño tanto tu voz, tu risa y tu mirada que si cierro los ojos las puedo dibujar.